Saltar, jugar, pedalear, reír… es lo que hicieron todos aquellos peques que se acercaron, además de esperar las filas que se hacían para poder entrar a los hinchables.
La ludoteca, el acuario, la ola, y el cocodrilo fueron las atracciones de este año, además de los autos locos, en los que los chavales corrían pedaleando en los balanzbikes y los papás llevaban a los que aun no llegaban en los autos dobles.
En ocasiones no se distinguía a quien le hacía más ilusión montar, si al peque o al papá.